domingo, 29 de diciembre de 2013

De los que envenenan el aire, primera parte

Hay personas que envenenan el aire solo con su presencia, por estar ahí, en medio, callados, silenciosos, mirando sin mirar, ignorando al grupo humano social que ríe y conversa y bebe cervezas, el que envenena ni ríe, ni bebe ni conversa, llega pero está a punto de marcharse, tiene prisa, no, no bebo, tengo que irme, pero no se va nunca, ahi se queda, mirando cada dos por tres su teléfono móvil android erre dos de dos riéndose con los twitter que le envían desde el otro lado del mundo, está rodeado de gente, pero se ríe solo, con su móvil en la mano. Aveces, estas personas que envenenan el aire, sin pretenderlo, respiran tan fuerte, que parece que se van a robar todo el oxígeno de la habitación, hasta dejarte sin aire y caerte muerto. Los que envenenan el aire están por todas partes, se sientan detrás tuyo en el autobús y juegan con la moneditas, clin clin clin durante la hora de viaje que dura el trayecto, y además mueven el pie o la rodilla golpeando tu asiento, sin querer o queriendo, da igual. Los que envenenan el aire son esas personas que cuando les hablas no te escuchan o no te contestan, que es lo mismo. Son esas personas que se sientan a tu lado, en un salón de actos, o en una biblioteca vacía, y mastican chicle ruidosamente, en tu misma oreja. Los que envenenan el aire son aquellos que están cerca tuyo, en el centro de estudios, jugando con un lápiz tamborileando la mesa, con los dedos, con los lápices, el caso es hacer ruido, molestar, incordiar, envenenar el aire con sus ruidos. Conocí a un tipo de estos hace muchos años, era tan pesado, que la gente ya no hablaba con él directamente, sino que le dejaban post it o notitas en el escritorio, así evitaban su desinterés, su malhumor, su agobio diario, su cara de raja. Le preguntabas "cómo estás" y como media hora más tarde cuando ya habías cruzado medio pasillo, te contestaba: "podría estar mejor, o peor"..Ya daba igual, sabías que después de eso, no ibas a volver a preguntarle jamás ni cómo estaba, ni qué tal, ni a darle los buenos dias, prefiero saludar a una pared, por los menos los graffitis son más divertidos.
Los que envenenan el aire siempre encuentran alguna forma de hacer ruido, con la boca, con los dientes, con la lengua, con la respiración, masticando una manzana a tu lado cuando estás estudiando o leyendo un libro y preguntan ¿molesto? si, claro que molestas, estoy intentando leer....entonces te salen con frases maravillosas como estas: "¿te das cuenta de que todo te molesta?, tienes un problema, eh".....Continuará.

7 comentarios:

  1. Como habría dicho nuestro abuelo, "yo asesinaría 300 de esos todos los días", jaja! Genial, prima! :-)

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    1. ayer no pude contestar desde el móvil, porque no sé cómo hacerlo, pero me hizo gracia el comentario, jajajaja, es verdad que lo decia, qué risa. gracias!

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  2. lo bueno de cuando uno se jubila es que puede huir del mundanal ruido, el de los que hacen las urbes en general y especialmente el de los hincha pelotas a los que les dedicas la nota. Muy buena, por cierto, Nico... besitos

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    1. pero no me digas que no te ha pasado algo de esto en la vida, es terrible. jajaja

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  3. jajajaja, entramos todos en esa toxicomania, por eso es mejor ser de aquellos que andan todo el dia con el mp3 .otros toxicomanos..pero al menos no escuchas tanta cosa..hay que defenderse.
    Muy bueno ..

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  4. el hincha pelotas ese existe, pero esa anécdota me la contó mi madre, de uno que trabajaba con ella, era tan borde, que nadie le hablaba, le dejaban papelitos y listo. Me hizo gracia y lo puse aqui. Si, tambien hablaré de los mp3 como método de protección contra el ruido ajeno. Saludos. jajaj

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  5. Como no los puedo matar a todos opté por imitarlos con el aislamiento. Me subo al autobús me pongo los auriculares y escucho musica,o audiolibros o lasnoticias, a la vez tejo o juego alcandy crush o saco fotos . La cuestión es no oir nila radio ni conversaciones ajenas ni masticar pipas ochicle... la vida diaria y social tiene sus inconvenientes a veces perversos

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