domingo, 29 de diciembre de 2013
El desayuno especial
Un día C, Ce de Carmen, carmina, carmencita, como quieran, se levantó contenta, brillaba el sol y decidió que haría un desayuno especial, para ella y su marido. No había nada que celebrar, simplemente quería hacer algo, sentirse como el personaje de una película antigua que desayunan vestidos muy elegantemente, en un salón, con mayordomos y criadas. Se puso el chándal y salió sin hacer ruido para no despertar al marido que roncaba como un bendito. Fue a la pastelería y compró croissants, recién hechos, muy ricos. Ya en casa, dispuso la mesa del salón con el mantel blanco regalo de la suegra, servilletas a juego, tazas nuevas, cucharas de plata que brillaban con los rayos del sol, preparó la cafetera, dejó sobre la mesa el azucarero y la jarrita de la leche, casi parecía el cumpleaños de Alicia y el sombrerero loco...o tal vez viniera la reina a tomar el té, sonrió para sus adentros. Por la puerta se asomó camiseta hombros peludos calzoncillos rotos marido que al ver tanto despliegue y alarde de coquetería en la mesa, dijo asombrado "a qué viene tanto mantel y tanta hostia", acto seguido se zampó el croisán en dos bocados, se tomó el café de un solo trago y volvió a la caverna de donde había salido, perdón, volvió a la cama "a ver que echan en la tele". C. no se inmutó, miró al hombre mientras devoraba en dos segundos su desayuno, recogió unas pocas migas, la taza sucia, y se sentó tranquilamente a desayunar, y a leer la revista que venía con el periódico del domingo. Ahora sí es un desayuno especial , MI desayuno especial. Sola y tranquila, con su café y su revista. Fin.
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muy bueno, hay gente que no asesina mas a menudo, porque al fin y al cabo la gente tiene su conciencia
ResponderEliminarjajajaja.
EliminarNada como conocer bien al marido, no pedir peras al olmo y disfrutar de un momento especial y único solita (siempre mejor que mal acompañada), con la propia circunstancia... ;) Estupendo cuento! :-)
ResponderEliminarel mejor café es el que se toma en soledad, o en buena compañía, conversando y riendo. Me alegro que les haya gustado el cuentito. Un saludo.
EliminarLa mayoría de los maridos pasados los 5 primeros años empiezan a demostrar que tienen menos sensibilidad que una almeja
Eliminarlos hombres no tienen sensibilidad y punto. jajaja. Aunque tambien hay mujeres, como hombres, que tampoco apreciarían un desayuno especial, con mantel y tacitas de Alicia y el sombrerero loco. Hay gente así.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarlos interrogantes sin palabras no los comprendo. Es un cuento, y nada más. Pura imaginación pura.
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